Lo esperaban vecinos y autoridades del departamento de Canelones, con el pericón sonando de fondo.
¿Uruguayo o argentino, Artigas?, le preguntaron al presidente, a lo que respondió: “Oriental, y nosotros somos los orientales”.
“Podemos dar la batalla por el tango, por el dulce de leche, por el asado, por Gardel, aunque está claro la podemos pelear; la de Artigas me imagino que no amerita ninguna discusión”.
El presidente saludó, se sacó selfies, escuchó planteos y recibió cartas que se comprometió a leer: “Bueno, y vamos a no demorar mucho porque el intendente…”.
Como marcó el protocolo sonó el himno nacional.
El presidente y la vicepresidente Beatriz Argimón colocaron una ofrenda floral al pie del monumento a Artigas: “Me parece que esa tradición de tantos años y de tantos hitos hay que recordarla, conmemorarla y además enseñarla. Obviamente que la presencia en Sauce y la de Las Piedras para mí, en lo personal, tienen un agregado. Canelones es mi lugar; donde traté de representar lo mejor posible toda la etapa de diputado.
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Felipe, un niño de siete años, desafío al presidente lacalle al juego de “piedra, papel, tijera”. Algunos niños se sacaron fotos. Otros le entregaron cartas o simplemente lo saludaron con el “puñito”, como instaló la pandemia. Felipe, de siete años, optó por otra cosa: jugar; desafió al presidente al “piedra, papel, tijera”.
