"El que se opone a la transformación está a favor de una educación expulsiva y reproductora de la desigualdad", dijo da Silveira

"El que diga que la educación uruguaya está bien, miente", afirmó el ministro de Educación.

La recta final hacia la puesta en marcha de la transformación educativa propuesta por el gobierno despertó la reacción contraria de varios colectivos de la enseñanza y los estudiantes, que se movilizan desde mediados de año con diferentes acciones como marchas y ocupaciones. El principal reclamo que se esgrime es la falta de diálogo y de participación, mientras que desde el gobierno y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) defienden que ha habido varias instancias de participación. 

“El que diga que la educación uruguaya está bien, miente. Y el que se opone a transformar la educación está a favor de una educación expulsiva y de una educación reproductora de la desigualdad”, dijo este martes a la noche el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, en el marco de una actividad que organizó el sector nacionalista Por la Patria. 

En esa instancia, da Silveira remarcó que la transformación educativa es necesaria no solo por cuestiones académicas o de aprendizaje sino porque el actual sistema educativo “está expulsando” a los estudiantes y eso impacta negativamente en la “justicia social”.

“Si un chiquilín deja de estudiar, puede que sea culpa de ese chiquilín. Si diez chiquilines dejan de estudiar, puede que sea culpa de ellos. Ahora, si el 60% de los chiquilines deja de estudiar antes de terminar la educación obligatoria, no es culpa de ellos. Es culpa del sistema que los expulsa”, afirmó el ministro.

En ese sentido, da Silveira afirmó que “los que hoy se oponen a cambiar la educación están defendiendo eso”. “Difícilmente alguien pueda estar en una posición de más insensibilidad social, de menos inclinación hacia la justicia social, difícilmente alguien pueda estar en Uruguay en una posición más reaccionaria que defender el sistema educativo que tenemos”, agregó.

Así las cosas, el ministro consideró que, con esta reforma impulsada, “el gobierno está haciendo esfuerzos grandes” para cambiar la situación actual. “Lo estamos haciendo en un clima como hace muchos años no había”, consideró, en referencia al contexto de tensión que se ha vivido, con episodios como las pintadas a la casa de Robert Silva o la agresión al vehículo en el que viajaba.


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