Entre 2011 y 2020 se duplicaron los casos de menores heridos por arma de fuego y la cifra sigue en aumento, según datos del Pereira Rossell

En los casos en los que el baleado sobrevive, las secuelas no solo son físicas, sino también psicológicas y requieren abordajes multidisciplinarios.

Entre 2011 y 2020 se duplicaron las heridas por arma de fuego en menores de edad y la cantidad de casos aumenta año a año, según estudios de la emergencia del Hospital Pereira Rossell. Cada dos semanas ingresa por lo menos un niño o adolescente con esta problemática.

Según consignó El Observador, estudios realizados del 2002 al 2011 ya mostraban el incremento en casos de menores de edad con herida por arma de fuego.

"En un primer estudio medimos del 2002 al 2011 y se vio que aumentaron los casos y que había cambiado el perfil de los lesionados por herida de arma de fuego. En el primer estudio eran niños que se lesionaban dentro del hogar de manera no intencional manipulando armas. Y ya en el estudio con corte en el 2011 vimos que eran adolescentes y claramente vinculados a situaciones de violencia, en su mayoría fuera del domicilio y no con el perfil del estudio previo", afirmó a Telemundo la encargada del Servicio de Emergencia Pediátrica del Hospital Pereira Rossell, Mariana Más.

Luego se continuó con una vigilancia activa y se actualizaron datos entre 2016 y 2020. "Ahí se evidenció ese aumento de la tasa al doble de las consultas. Y en la mirada que hicimos del año pasado también hubo aumento con respecto al 2020. O sea que año a año se vienen incrementando las heridas por arma de fuego en menores", apuntó Más.

En los casos en los que el baleado sobrevive, las secuelas no solo son físicas, sino también psicológicas y requieren abordajes multidisciplinarios. La variación de las causas también se observa con estos estudios. "Entre el 70 y el 80% de los casos se dan en el contexto de situaciones de violencia, a veces vinculadas a situaciones de rapiña, de delincuencia, de ajuste de cuentas, y no siempre involucrado el menor, sino que a veces convive en eso contextos de violencia y que sin ser una bala dirigida hacia ellos terminan igual lesionados, ese es el patrón que más se ve", agregó la especialista.


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