Javier Miranda habló del caso Gavazzo: “No miremos el dedo que señala la luna”

En una carta pública el presidente del FA dijo que las revelaciones del Tribunal de Honor del Ejército muestran los crímenes que fueron ocultados por militares y civiles durante muchos años.

“No miremos el dedo que señala la luna”, escribió Miranda en una carta pública, en alusión al contenido de las declaraciones de Gavazzo y Silveira ante el Tribunal de Honor del Ejército.

Miranda, quien fue referente de la Asociación de Familiares Desaparecidos hasta el hallazgo e identificación de los restos de su padre en el año 2006, señala que la “crudeza de los hechos” emerge sobre los “ruidos de campaña y especulaciones sobre el tránsito de expedientes”.

Alude a que “en 1973 un militar en actividad trasladó el cuerpo de un joven prisionero desde Montevideo hasta Paso de los Toros, envolvió los restos de su víctima en tejido de alambre con piedras y lanzó este amasijo de carne, metal y rocas al Río Negro”.

El de Roberto Gomensoro fue el primer caso de desaparición forzada.

Miranda recuerda a Marta Josman, madre de Gomensoro, y a muchas otras madres y familiares que “dieron su vida” por saber la verdad.

Agrega que “durante años, en este país y en la región, muchos militares y civiles favorecieron o practicaron el ocultamiento” y que detrás de la discusión sobre el expediente “late la realidad de la barbarie, del silencio, del ocultamiento, de la impunidad”.

“Frente a ella - escribe Miranda - otros militares de hoy, no fueron en la ocasión capaces de asumir la historia. Dejaron pasar, una vez más, la oportunidad de dignificar su profesión, despojándose de las ataduras corporativas, para ayudar a alumbrar la verdad”.

Finaliza afirmando que “el Presidente, en expresión de la institucionalidad de la República, asume con dignidad, el ejercicio legítimo del mando civil por sobre el poder militar”.

A continuación, la carta completa:


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