Jorge Díaz derivó a la fiscal de delitos sexuales Silvia Lovesio todas las capturas con las denuncias de abuso contra integrantes de conjuntos de carnaval

Los casos se conocieron a través de una cuenta de Instagram.

La idea de Díaz es que Lovesio analice si hay posibles delitos a investigar.

Sobre uno de los denunciados públicamente, la fiscal Darviña Viera ya estaba realizando una investigación a raíz de otra denuncia e incorporará este antecedente a la causa.

La fiscal Darviña Viera confirmó a Telemundo que había sido denunciado antes que se hiciera público a través de las redes sociales, en la cuenta de Instagram Varonescarnaval.

Acosos, violencia sicológica y verbal, destratos y hasta abuso de menores, aparecen en más de 200 publicaciones.

En los posteos se denuncia a figuras, algunas más conocidas y otras menos, del ambiente del carnaval.

Pero además, sobresale una importante cantidad de relatos vinculados al carnaval de las promesas cuyos integrantes son menores de entre cinco y 17 años, por parte de técnicos mayores de edad.

En uno de ellos, la presunta víctima escribe que fue con una amiga, ambas menores edad, a un festival de una agrupación. Uno de los integrantes, adulto, la llevó a una sala oscura y la empezó a toquetear. Entonces vio que otro los filmaba: “dale, no pasa nada, quiero mirar” le dijo. Cuenta que llegó la amiga y la salvó.

En este otro, alguien escribe que en 2018 comenzó clases de piano con alguien que identifica por su nombre. “Se encimaba apoyando su miembro en mi espalda”, “me miraba con cara de baboso” cuenta la mujer.

En la siguiente una persona dice haber vivido “expriencias espantosas” siguiendo a una murga. “Se armaban orgías…donde violentaban a las chiquillas que estábamos ahí”.

Alguien que salió en el Carnaval de las Promesas desde que tenía 10 años, menciona a alguien que tenía relaciones con menores de edad. Cuando se complicaba “ejercía violencia sicológica, amenazándolas con mostrar fotos”.

Otra mujer cuenta que tenía 15 años cuando un conocido carnavalero la invitó a su casa a tomar unos mates. “Aún conservo los audios y las capturas de las cosas que me decía”, escribió.


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