Aseguró que no le pidió nada a cambio a EE.UU. por refugiar a los expresos de Guantánamo.
En diciembre de 2014, seis ex presos de la cárcel de Guantánamo llegaron a Uruguay en medio de una fuerte polémica en la que no estuvo ausente la crítica de que el gobierno uruguayo lo hacía para lograr alguna compensación comercial de parte de los Estados Unidos. Desde la adminsitración Mujica se argumentaron razones de humanidad y se apeló a la solidaridad y tradición uruguaya de acogida a los inmigrantes. Sin embargo, al participar este jueves en una charla en la ciudad argentina de Córdoba, el exmandatario habló de su experiencia y dijo: “Para venderle unos kilos de naranjas a EE.UU. me tuve que bancar a cinco locos de Guantánamo”.
La oposición lo criticó con dureza: "A la luz pública hacía una cosa, que era no negociar con EE.UU. una cosa de estas, y en privado hacía otra", dijo por ejemplo el senador colorado José Amorín. El nacionalista Jorge Gandini recordó que en aquel entonces Mujica había afirmado: "No estamos cambiando carne humana por naranjas". "Quiere decir primero que nada que en aquel momento nos mintió", dijo Gandini.
El sábado pasado, en charla con Telemundo, Mujica aclaró sus dichos y afirmó que la oposición no debería criticar su actitud en aquellos momentos porque sería lo mismo que hacerlo con EE.UU., que también tuvo intervención en el tema.
El senador detalló aspectos de la negociación:
Cuando convinimos que vinieran algunos presos de Guantánamo, lo convinimos de palabra con un diplomático americano presente acá en el país. No hubo ninguna condición. La condición era de carácter ético porque nos encontramos con un presidente que quería disolver una vergüenza como Guantánamo y entendimos que era una causa justa.
Pero en ese tiempo paralelamente hacía 18 años que Uruguay venía haciendo ciertas gestiones comerciales sin ninguna repercusión. Después de tomada esa decisión, sin condiciones por el Uruguay y de palabra, hubo como una bonhomía en la decisión norteamericana y nos concedieron entrar en el mercado americano con los citrus.
Nos sorprendió que luego de tomada esa decisión unilateral, por nuestra parte, el clima diplomático mejoró abruptamente para esa y otras cosas. Lo tengo que entender como un gesto de bonhomía para Uruguay. No hubo ningún negocio de "te cambio esto por lo otro" eso es absolutamente falso. Y ofende a Uruguay pero también ofende a Estados Unidos.
