El expresidente expresó su respaldo a Lula da Silva, habló de religión, su salud y la coyuntura mundial.
En su chacra, el expresidente y actual senador José Mujica tiene una réplica de la agenda del Che Guevara que el presidente boliviano Evo Morales le regaló.
Tenía dos pero el lunes le regaló una al intelectual estadounidense Noam Chomsky, cuando disertaron en una conferencia sobre democracias solidarias.
Dijo que fue muy removedor y que coincidieron en que la capacidad del hombre de creer en lo que no ve, lo diferencia de las demás especies.
“El hombre puede creer en Dios aunque nunca lo vio. Puede creer en la justicia y la libertad. Los animales creen en cosas concretas”, dijo José Mujica.
El expresidente ve el mundo complicado y dice que le cambiaron la partitura. Que ahora China se abre al mundo y Estados Unidos es proteccionista. Vaticina mucha inestabilidad por el impacto de la tecnología en el mercado laboral y advierte que los robots pueden hacer el trabajo del hombre, pero no consumen.
“Al final el propio capitalismo va a impulsar soluciones de renta básica porque si no se le tranca la economía, porque lo peor que le puede pasar al capitalismo es que la gente no compre”, sostuvo.
Mujica ve convulsionada a la región, y ratifica su apoyo al expresidente de Brasil Luiz Lula, condenado por el juez Sérgio Moro. Lo define como un amigo de toda la vida.
“Me da gracia porque un juez dice esto y lo otro. Le achacan al tipo: ‘¡Uy! Iba a comprar un apartamento en la playa’ Pero ¡por favor! ¡Qué manga de caretas que son!”, opinó Mujica, quien sostuvo que la izquierda no es igual a la derecha.
El expresidente intenta convencer al ministro de Defensa y al Gobierno de la necesidad de reformar las leyes orgánicas militares junto a la reforma de la Caja Militar. Dijo que reformar solo la caja no soluciona sino que agrava el problema.
“Si tiene 400 renuncias en el Hospital Militar quiero ver el agujero que se crea. Le estoy haciendo un favor al país y al gobierno que viene”, afirmó.
En plena recuperación de la recaída de su vasculitis, Mujica dice que no es creyente desde el punto de vista teológico. Que en el pasado fue humanista pero que ahora siente profunda admiración por la naturaleza.
Mujica afirma que esa admiración por la naturaleza le ayuda a sobrevivir en el Palacio Legislativo.
