Martínez dice que Lacalle “agrede” para llegar al domingo “ocultando” su proyecto de urgente consideración, y remarca que el candidato de la oposición “nunca gobernó”. Lacalle dice que su adversario del oficialismo “falta el respeto” y “no quiere al país” cuando dice que siente “temor” de una crisis como la del año 2002 si gana la oposición.
La “buena relación” de la que se jactaban los dos candidatos presidenciales cambió durante la campaña electoral; los “debates amistosos” que tuvieron antes de ser oficialmente candidatos fueron transformándose, y se volvieron cada vez más tensos, sobre todo después del 27 de octubre y hacia el balotaje.
En las últimas dos semanas, Lacalle y Martínez se vieron dos veces: la primera durante la celebración de la “noche de los cristales rotos”, donde se dieron un frío apretón de manos, y casi no cruzaron palabra.
Al día siguiente protagonizaron el debate más tenso y con tono más “agresivo” de los dos que tuvieron durante la campaña; al punto que Martínez dijo sentirse “insultado”, y el candidato blanco le increpó lo que consideró “un golpe bajo” de su adversario: Además de ser muy bajo, está equivocado. Ah, los privilegiados pueden decirnos cualquier cosa, que tenemos amigos en Venezuela, nosotros no podemos decir nada.
En este tramo de la campaña, el candidato del Frente Amplio intentó mostrar diferencias más personales con Lacalle, incluyendo trayectoria y experiencia de gobierno.
Se refirió a su contrincante como ‘el hijo de Lacalle’. ¿Por qué?, le preguntó un periodista, a lo que Martínez respondió: Yo qué sé, me salió así, me salió de corazón así.
Lacalle apuntó a responder las declaraciones de Martínez y señalar lo que entiende son contradicciones con el programa del Frente: Que un político en campaña prometa lo que sabe que no puede hacer, ¿saben lo que es? Es una mentira en idioma español, y la mentira no es válida en campaña electoral”.
Las declaraciones cruzadas se repitieron en las últimas actividades públicas de los candidatos.
