Maestros y profesores tendrán título universitario, pero deberán rendir una prueba; "acá no se trata de regalar papelitos", dijo Da Silveira

Quienes aprueben el examen, que se rendirá en diciembre, no deberán pagar ni la Caja de Profesionales ni el Fondo de Solidaridad, explicó el ministro.

El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, aseguró este miércoles en rueda de prensa que se logró dar una respuesta "a una demanda histórica" de los docentes de la educación que reclamaban acceder, una vez que terminaban sus carreras, a un título universitario.

Para acceder a este reconocimiento los maestros y profesores deberán rendir una prueba, explicó Da Silveira, quien destacó que "acá no se trata de regalar papelitos". Para realizar este examen, que se llevará adelante en diciembre, se deberán inscribir previamente.

Quienes aprueben, aclaró, no deberán pagar ni la Caja de Profesionales ni el Fondo de Solidaridad. En tanto, el ministro subrayó que a aquellos que pierdan el examen se le brindará a "un diagnóstico personalizado" en el que se le mostrarán dónde estuvieron las debilidades. "La idea es no dejar a nadie afuera", aseveró.

A su vez, puntualizó que esta prueba "no es una condición para trabajar". Por otro lado, agregó que aquellos que hayan hecho una maestría o un doctorado no deberán rendirla.

Da Silveira se refirió también a la polémica que se generó tras los cambios que se producirán en determinadas materias -como filosofía- en el marco de la denominada "transformación educativa". En este sentido, comentó: "Es muy bueno que nuestros estudiantes sepan de muchas cosas. Yo hice filosofía toda la vida y me parece que es muy buena estudiarla".

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Pero, recordó que una gran cantidad de estudiantes e, incluso, docentes tienen "dificultades" para comprender un texto simple. "Tenemos que priorizar un poco eso", justificó.

Pese a esto, señaló que esta materia "no desparece" aunque sí habrá movimientos y algunas asignaturas pasarán a ser optativas. "Tenemos que ser muy realistas de dónde estamos", expresó.  "¿Cómo puede haber pensamiento crítico si los alumnos no pueden leer?", se preguntó.


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