Entre las maniobras que desarrollaban los involucrados está el cobro de cheques robados y sacar préstamos con documentación falsa.
Fueron varias las instituciones que se vieron involucradas en los hechos, aunque en la mayoría de los casos, tanto por la calidad de los documentos falsificados o por los datos erróneos que proporcionaban los estafadores no se llegaban a concretar las maniobras.
Lo cierto es que los delincuentes llegaron a cobrar $250.000 de tres sucursales bancarias de una misma institución con cheques robados a una empresa.
Finalmente, y tras ser reconocidos en varias filmaciones de cámaras de seguridad de diversas entidades bancarias a las que pretendían estafar, fueron detenidos y procesados con prisión dos individuos por reiterados delitos de estafa.
