Al revisar las cuentas, los hijos de la víctima vieron que el último movimiento bancario se había hecho en el Costa Urbana Shopping y llamaron al 911.
Una nueva maniobra de estafa bajo la modalidad conocida como “el cuento del tío” sucedió en las últimas horas, en una semana en la que otros dos casos se hicieron públicos. Esta vez, la víctima fue una mujer de 91 años que vive en Pocitos.
Según pudo saber Telemundo en base a fuentes policiales, una mujer se hizo presente en la casa de la anciana y le indicó que era contadora y que la habían enviado sus hijos. Allí le comentó que su banco estaba teniendo problemas y que la mejor opción era retirar el dinero y consolidarlo en otro lugar.
Fue así que en una primera instancia la mujer le dio $70.000 que tenía en su casa. Luego, la anciana fue trasladada al Géant, donde en una cajero retiró US$9.000 y $7.000.
Allí, la contadora le esgrimió que era poco dinero y que debían procurar proteger la mayor cantidad posible. Ante eso, se fueron hasta el Costa Urbana Shopping, donde la anciana retiró US$8.000 más.
La insistencia continuó. Y la contadora le dijo a la mujer que entrara al Banco República de ese centro comercial para retirar lo máximo que tuviese: ella dijo que eran US$20.000.
La mujer entró al banco con el celular en llamada abierta, por lo que la contadora -y su cómplice- podían escuchar lo que sucedía. Cuando va a sacar la plata, el personal del banco le dice a la mujer que le dará una letra de cambio: del otro lado escucharon la situación y los delincuentes se fueron.
Mientras tanto, los hijos de la mujer se preocuparon porque la llamaban por teléfono y daba ocupado en reiteradas oportunidades. Fueron hasta la casa y el portero les dijo que la anciana se había ido con una contadora que supuestamente había ido de parte de ellos.
Al revisar las cuentas, vieron que el último movimiento bancario se había hecho en el Costa Urbana Shopping y llamaron al 911.
Finalmente, un móvil policial encontró a la mujer en el Banco República del Costa Urbana. Para ese entonces, los delincuentes ya se habían ido.
Ahora la Policía y la Fiscalía trabajan para identificar a los estafadores y dar con su paradero.
