La historia es de Tapia, en Canelones. El pueblo está ubicado a unos 60 kilómetros de Montevideo, sobre la Ruta 88.
En la década del 80' la zona vivía de la remolacha azucarera, después del tomate y ahora son pocos lo que aún plantan hortalizas. Muchas mujeres, fundamentalmente adultas mayores, tuvieron que reinventarse porque el campo en muchos casos es su única opción.
Conocimos a Sonia Morales, pilar de este proyecto. "Somos Las Julianas porque vivimos en los pagos de Julián Fernández. Fue un señor que juntaba hierbas cuando éramos chicas. Él recolectaba hierbas por los campos, por los caminos y viajaba en el tren para venderlas. Después ese señor no siguió más. Cuando empezamos a recolectar hierbas sentimos que estábamos como él y elegimos el nombre para recordarlo", contó a Telemundo.
La carqueja es lo que más les piden, pero para recolectarla hay que ir lejos. "Vamos con las bolsas y herramientas para cortar. Llenamos las bolsas y volvemos para ponerlas a secar. Eso nos lleva tres o cuatro días. Después lo picamos, después lo envasamos y también lo mandamos en granel", relató.
Carqueja, manrrubio, marcela, pata de vaca, ruda y malva, son algunas de las hierbas silvestres que recolectan. Ahora están pensando en cultivarla ellas mismas.
Las Julianas, además de ser una oportunidad económica, es una oportunidad de encuentro y una reivindicación del trabajo de las mujeres rurales. El proyecto cuenta con el apoyo de la OPP, la Comuna Canaria y el Ministerio de Ganadería.
Son ocho mujeres las que forman parte del emprendimiento con un denominador común: la posibilidad de encontrarse, de ganar su propio dinero y de soñar.
A través del programa Uruguay más Cerca van a acceder a una cortadora y a un motocarro, para dejar de hacer su trabajo a pie.
