Mariana Wainstein, la nueva directora de Cultura, contó los planes y proyectos que maneja la nueva gestión.
La Dirección Nacional de Cultura tiene una mujer al frente desde la llegada del nuevo gobierno. Se trata de Mariana Wainstein, una figura destacada en la escena uruguaya, donde ha dirigido aproximadamente una veintena de espectáculos teatrales, en los que ha trabajado con gran parte de los elencos y salas teatrales. Antes de asumir su cargo, trabajó durante los últimos dos meses en el rediseño de los Fondos de Incentivo desde Nueva Delhi, donde vivía junto a su esposo, el diplomático de carrera y también dramaturgo Álvaro Malmierca, destinado desde 2018 en la Embajada de Uruguay en India.
No me asusta para nada el trabajo remoto. La idea es acompañar a la gente en la casa. Tratamos de hacer con nuestros museos una plataforma que se llama Cultura en Casa para que puedan acceder de forma virtual.
Estar en casa es todo un tema. Es oportunidad para estar con uno mismo, para desconectar. Es un momento para disfrutar del aporte de la cultura. El arte sana, ayuda y distrae.
Tenemos el público, pero también a los artistas cuya actividad quedó paralizada. Estamos buscando soluciones para paliar el problema. Estuvimos ya en contacto con actores principales. El relevamiento consiste en ver qué artistas están vulnerables. Luego lanzaremos los fondos concursables que los podrán presentar.
Fue todo tan rápido. Encontré la dirección bien. Estamos coordinando para sentarnos con los distintos equipos de trabajo. Es la misma casa y bolsillo.
Estamos analizando los pagos. Esto no nos puede detener de nuevos proyectos.
Un gestor cultural va a estar muy interesado en ponerle cabeza. Hay una gran cuota de voluntad. Creo que precisamos un plan nacional de desarrollo cultural.
Algunos proyectos de tipo cultural tuvieron un bloqueo, lo que era apoyos fiscales. Estamos tratando de desbloquearlos, hablando con la Corporación Nacional para el Desarrollo, crear un nuevo diseño para ese mecanismo para que funcionen más rápidamente.
