Entre alquimia, política, arquitectura y fiestas voyeristas: ¿Quién fue el verdadero Pittamiglio?

La figura de Umberto Pittamiglio está plagada de leyendas. Algunas de ellas probablemente serán por siempre especulaciones, pero otras son misterios que ya se están resolviendo gracias a algunas pistas que Pittamiglio fue dejando escondidas.

Montevideo vuelve a tener dentro de su oferta cultural al castillo Pittamiglio, ubicado en la rambla de Pocitos frente a Trouville. El museo y espacio cultural vuelve con una agenda cargada de actividades luego de 17 meses con las puertas cerradas.

La figura de Pittamiglio está llena de misterios y de preguntas abiertas que el investigador Eduardo Cuitiño detalló a Telemundo.

Que se hizo millonario luego de conocer el secreto alquímico para generar oro, que fue pupilo de Piria, que llegó a tener 400 propiedades y cinco autos de lujo, que tenía un laboratorio esotérico secreto y que firmó en su testamento que algún día volvería de la muerte a reclamar todas sus propiedades.

La figura de Umberto Pittamiglio está plagada de leyendas. Algunas de ellas probablemente serán por siempre especulaciones, pero otras son misterios que ya se están resolviendo gracias a algunas pistas que Pittamiglio fue dejando escondidas.

Muchas de ellas quedaron ocultas en su castillo, una insignia de la Rambla montevideana.

"Es una figura que está plagada de leyendas. Y hay muchas afirmaciones que la gente repite como axiomas que en realidad históricamente no son válidos. Es un personaje muy polifacético porque también fue político, fue empresario, vivió de rentas. Y probablemente también fue un gran esoterista. Creo que esconde un secreto muy interesante, quién pudo haber sido realmente Pittamiglio", explicó Cuitiño.

La primera etapa de la vida pública de Pittamiglio está vinculada a la política y las obras públicas, como el diseño de toda la iluminación de 18 de julio y de la Rambla en la década de 1910. Pero ese romance con la política partidaria terminó abruptamente a sus 30 años, cuando la abandonó tras críticas de la prensa y el sistema político por un escándalo por sobreprecios.

"Ahí se dedicó a su vida privada. Él ya trabajaba como arquitecto en la empresa de Adolfo Shaw, una empresa constructora muy importante en el Uruguay. Tuvo obras muy importantes en la época del batllismo. Por ejemplo fue la que construyó las tribunas Ámsterdam y Colombes en el estadio Centenario", dijo el investigador.

En esa época de trabajo privado, Pittamiglio también buscó volver a pertenecer. Así fue que intentó formar parte de la masonería del Uruguay. En ese momento no se lo permitieron y algunos dicen que fue por ser homosexual, una característica que nunca escondió a pesar de la intolerancia de la época.

"Una persona gay no tenía cabida en la sociedad entonces es lógico que terminen derivados en cuestiones esotéricas, al margen y creando personajes que no se entiendan, desafiando a la propia sociedad y al futuro. Probablemente no le permitieron ingresar a la masonería. Él creó probablemente su propio grupo esotérico aquí", contó Cuitiño.

Así fue que, a partir de la década del 40, Pittamiglio montó otro personaje, uno distinto al que venía alimentando desde que empezó a participar de la vida pública en Montevideo.

"Es en esa época, en la década del 40, que los vecinos de Pocitos recuerdan que él paseaba por la zona con una capa negra, siempre vestido de polainas blancas, bastón, un sombrero de media galera. Y era como un personaje de cómic. A veces con un perro pequinés, a veces con un perro dobermann. Este lugar tenía un tucán, un mono, estaba lleno de plantas. Él proyectó una imagen en el barrio de un satánico. Por la Victoria de Samotracia de afuera que es una figura de una mujer degollada, inentendible para los vecinos del barrio, por la forma de vestirse, por la forma que adquirió este lugar", prosiguió el investigador.

"Buscando alguna respuesta a un manejo tan duro e ilógico en la sociedad que no le daba cabida. Esto era un castillo, acá no entrás, acá mando yo", sentenció sobre su castillo.

Vínculo con Piria

Uno de los grandes mitos en torno a la figura de Pittamiglio es su vínculo con Francisco Piria. El mítico creador de Piriápolis también tuvo un vínculo con la alquimia y el esoterismo.

Sin embargo, Cuitiño asegura en su libro, El verdadero Pittamiglio, que no hay evidencia histórica para respaldar este vínculo. De hecho, Pittamiglio empezó a interesarse activamente por el esoterismo cuando Piria ya había muerto y no hay ningún registro de comunicación o encuentro entre ellos.


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