Kepler-22B: 10 años del descubrimiento del primer exoplaneta habitable

El 5 de diciembre de 2011 la misión Kepler de la Nasa confirmó por primera vez la existencia de un planeta fuera del sistema solar con las condiciones necesarias para considerarlo habitable

El 5 de diciembre de 2011, los portales de noticias de todo el mundo se hicieron eco de lo que la Nasa calificó como un hecho histórico.

“Descubren un planeta muy parecido a la Tierra”, titularon entonces los diarios en buena parte del mundo occidental. Y fue cierto. Un pequeño telescopio que viajaba por el universo ayudó a los científicos a confirmar que a 600 años luz de las oficinas de la Nasa, orbitaba alrededor de una estrella tipo G muy parecida al sol, un planeta un tanto más grande que la Tierra, pero potencialmente rocoso y cubierto de agua. Lo bautizaron Kepler 22b, precisamente por la misión telescópica que lo encontró.

¿Quiere decir esto que se encontró vida en otro planeta? No, ni de cerca. Quizás esto jamás llegue a confirmarse, pero sí es cierto que este planeta está dentro de lo que los investigadores llaman una zona habitable.

“El telescopio espacial Kepler fue diseñado para observar una franja fija del cielo nocturno, enfocándose intensamente en unas 150 mil estrellas. El telescopio es suficientemente sensible para ver cuando un planeta pasa frente a una estrella, pues atenúa la luz de la estrella en una proporción minúscula”, reportó entonces la BBC. El telescopio es sensible a estos cambios de luz y cuando se producen se utilizan otros equipos para confirmar qué fue lo que los provocó. En algunos casos, son planetas a centenares de años luz. Esto fue lo que sucedió con el Kepler 22b.

De todas formas, el exoplaneta está demasiado lejos como para poder aventurar mejor su composición exacta y muchos menos, buscar algún rastro de vida. La ciencia recién está siendo capaz de conocer mejor los planetas de nuestro propio sistema solar, por lo que las investigaciones sobre exoplanetas están todavía lejos de aportar algo a la conversación sobre lo que sucede fuera de los límites terrestres.

Sin embargo, fue importante porque dio el puntapié inicial a las investigaciones sobre qué otros planetas están ahí afuera y cómo se comportan con su entorno.

Hoy, diez años después del hallazgo, los astrónomos han podido encontrar exoplanetas más parecidos a la Tierra. El considerado “gemelo” de nuestro planeta es el Kepler 452b, que muestra “intrigantes similitudes” y “rota casi a la misma distancia que nuestro planeta lo hace alrededor del Sol”.

Desde entonces cada año aparecen más y más exoplanetas parecidos a la Tierra. Pero el Kepler 22b siempre podrá ostentar el título de haber sido el primero.


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