¿Puede un animal sobrevivir congelado por 24.000 años? Una especie microscópica lo logró

Esto podría abrir la puerta para obtener nuevas pistas sobre la evolución, pero también es peligroso, porque podría implicar contacto con virus o bacterias con las que el ser humano jamás interactuó.

Un informe científico ruso publicado esta semana encontró que un animal volvió a la vida después de estar congelado durante 24.000 años en el permafrost siberiano (capa de suelo completamente congelada).

Se trata del llamado rotífero bdeloideo, un animal multicelular microscópico que se alimenta de partículas que están en el agua. Además de ayudar a conservar el agua limpia, son un eslabón importante de la cadena alimenticia en el agua dulce porque son alimento de otros insectos que alimentan peces y otros animales.

El estudio arrojó que es el ser vivo más resistente del que hay registros, pese a que hubo otros muy resistentes: el tardígrado, que soporta temperaturas mayores a los 150 grados y el vacío del espacio, los nematodos, que sobrevivieron congelados en la tundra rusa por miles de años y las algas y níquel, que también sobrevivieron tras 8.000 años congeladas.

Esto podría abrir la puerta para obtener nuevas pistas sobre la evolución y también cómo las especies se adaptan a los cambios, así como también es peligroso, porque podría implicar contacto con virus o bacterias con las que el ser humano jamás interactuó.

El equipo de científicos ruso indicó que, una vez descongelado, el animal fue capaz de reproducirse en un proceso clonal conocido como partenogénesis, según publicó Current Biology.

"Nuestro informe es la prueba más contundente, hasta la fecha, de que los animales multicelulares pueden resistir decenas de miles de años en criptobiosis, el estado de metabolismo casi completamente detenido", declaró uno de los autores de la investigación.

Por pruebas anteriores, se sabía que los rotíferos podían sobrevivir hasta diez años tras la congelación. En esta ocasión los expertos usaron la datación por radiocarbono para determinar que los rotíferos que recuperaron del permafrost tenían unos 24.000 años de antigüedad.

El equipo usó muestras de una plataforma de perforación en el Ártico y para seguir el proceso de congelación y recuperación del antiguo rotífero, congelaron y luego descongelaron decenas de rotíferos en el laboratorio.

El estudio mostró que los rotíferos podían soportar la formación de cristales de hielo que se produce durante la congelación lenta, lo que sugiere que tienen algún mecanismo para proteger sus células y órganos del daño a temperaturas extremadamente bajas.

Cuanto más complejo sea el organismo, más difícil será conservarlo vivo congelado y, en el caso de los mamíferos, actualmente no es posible. Sin embargo, pasar de un organismo unicelular a un organismo con intestino y cerebro, aunque sea microscópico, es un gran paso.

Todavía no está claro qué hace falta para sobrevivir en el hielo unos pocos años y si hay una gran diferencia con hacerlo durante miles de años.

Esta cuestión requiere de más estudios y el equipo prevé seguir explorando las muestras del Ártico en busca de otros organismos capaces de esa criptobiosis a largo plazo.

Los científicos quieren saber más sobre los mecanismos biológicos que permiten a los rotíferos sobrevivir y la esperanza es que los conocimientos de estos diminutos animales ofrezcan pistas sobre la mejor manera de crioconservar las células, los tejidos y los órganos de otros animales, incluidos los humanos.


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