Entre 2018 y 2019, China sufrió una epidemia de fiebre porcina y empezaron a implementar un sistema de reconocimiento facial para anticipar cuáles son los animales enfermos y prevenir el contagio.
Para la investigadora escocesa Emma Baxter, la industria de la ganadería tiene varios problemas. Y aunque pueda sonar disparatado, la inteligencia artificial y el reconocimiento facial podrían venir a aportar algunas soluciones. No solo para los animales, sino también para los ganaderos.
Baxter y su equipo comenzaron a trabajar en una granja de cerdos en Escocia. Allí, desarrollaron un sistema en el que una cámara web con sensor de movimiento y apostada en un bebedero, registraba cada día miles de fotografías de diferentes cerdos.
Con el tiempo, la herramienta consiguió la suficiente cantidad de imágenes como para generar un banco de datos con un 97% de capacidad de acierto. Es decir, que la cámara fue capaz de identificar a cada uno de los cerdos teniendo en cuenta detalles insignificantes como la cantidad de pelos en el hocico.
Este sistema aprende a medida que el animal crece y cambia. Al principio quisieron detener el avance de enfermedades, pero ahora quieren redoblar la apuesta y convertirse en una de las primeras granjas en ofrecer carne de animales felices.
Por extraño que parezca, diversos estudios aseguran que la carne de animales con estándares más altos en su calidad de vida tiene un sabor mejor y también aumenta su productividad.
Ahora bien, ¿cómo están haciendo los investigadores para saber si un cerdo está feliz o estresado? Aplicando el reconocimiento facial. Según publicó la revista Nature, los científicos trabajan en detectar expresiones faciales en estos animales para luego inferir si se relacionan con un estado de ánimo particular.
Si bien todavía falta para obtener resultados concluyentes, las investigaciones ya están empezando a incluir reconocimiento facial en vacas, ovejas y hasta en el lenguaje corporal de las gallinas.
De esta forma, las herramientas tecnológicas avanzan y ya perfilan las granjas y criaderos del futuro.
