El trabajo de Sebastián Panzl se basa en las cartas, fotos y postales que los soldados uruguayos enviaron a sus familias.
El libro Cartas desde las trincheras (2017, Planeta), escrito por el periodista Sebastián Panzl, rescata del olvido las historias de los anónimos soldados uruguayos que fueron protagonistas de algunas de las batallas más emblemáticas del siglo XX. Gracias a las cartas, las fotos y las postales que enviaron a sus familias, Panzl logró reconstruir sus andanzas en aquellos días de furia y amor.
El 28 de junio de 1914, unos disparos ocurridos en Sarajevo cambiaron el rumbo de la historia. El comienzo de la Primera Guerra Mundial puso en marcha una ola de violencia jamás antes vista y Europa se convirtió en el escenario de una masacre larga y dolorosa.
Aunque un inmenso océano separaba a los movimientos de tropas de Uruguay, el conflicto movió las fibras más íntimas de algunos habitantes nacidos en esta nación del extremo sur de América. Los hijos de los inmigrantes franceses, italianos, británicos y alemanes sintieron que el destino del mundo estaba en juego y que la historia tenía un lugar reservado para ellos.
Fue así que algunos de estos jóvenes idealistas abandonaron la tranquila vida que les ofrecía Montevideo y guiados por una mezcla de patriotismo, inconsciencia y ansias de aventura, embarcaron rumbo a una Europa sumida en el odio.
Telemundo dialogó con el autor del libro, quien rescató tres denominadores comunes en las historias que indagó.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en Europa, muchos jóvenes uruguayos, principalmente hijos de inmigrantes, sintieron que la patria a la que ellos pertenecían familiarmente estaba en un momento crítico. Como voluntarios, decidieron embarcarse hacia aquellas tierras caóticas, sin saber con qué se iban a encontrar.
Encontré tres denominadores comunes. Por un lado, el patriotismo, asociado a la patria de sus padres. Por otro lado, las ansias de aventura: en este rincón del mundo, tenían una instancia apacible. En tercer lugar, un poco de inconciencia, de no saber exactamente cuál era la crudeza real de la guerra. Varios de ellos contaron luego en sus cartas que lo encontraron en Europa no era lo que esperaban.
