El zaguero italiano al que el delantero mordió en Brasil 2014 dijo que el episodio está olvidado de su parte.
Giorgio Chiellini corrió hacia el árbitro mientras mostraba su hombro y provocó una de las imágenes más perdurables del Mundial de Brasil 2014, además de uno de sus episodios más recordados y con consecuencias más pesadas. Luis Suárez lo había mordido en el área en el encuentro Italia-Uruguay que la Celeste se llevó por 1 a 0 y con el que clasificó a los octavos de final, en donde sería eliminada por Colombia. Esa protesta de Chiellini es vista por muchos uruguayos como la gran causante de la sanción de nueve partidos que cayó sobre el 9 y que lo radió de la Copa del Mundo y de la Copa América.
Este fin de semana, el italiano y el uruguayo volverán a cruzarse en un campo de fútbol cuando el Barcelona -de cuyo tridente de ataque Suárez es parte vital- se enfrente con la Juventus campeona de todo en Italia y que llega a Berlín con Chiellini como uno de sus defensas estables. Antes del encuentro, Chiellini ha sido consultado en reiteradas ocasiones por la posibilidad de volver a cruzarse con el "pistolero", y en esta oportunidad dijo que aprovechará para hablar con él "de lo que pasó en el Mundial", pero que tan solo hablarán de fútbol.
"De mi parte la situación está olvidada; de parte suya seguramente también", dijo el zaguero. "Hablaremos de la gran calidad de Luis y la de sus compañeros, y de lo que la Juve puede poner dentro del campo".
