La diseñadora se arriesgó a ofrecerle un diseño que no era el que ella esperaba.
El diciembre de 2019 Paty Teske recibió la llamada de la mujer del presidente electo, Lorena Ponce de León que le dijo que le gustaría que fuera ella quien diseñara su atuendo para la ceremonia de asunción del 1º de marzo.
Desde entonces Teske se puso a estudiar, no solo el protocolo para este tipo de eventos sino también las características físicas de la futura primera dama.
La primera prueba estaba pautada para el 5 de febrero, menos de un mes antes de la ceremonia, así que no había tiempo que perder.
"Ella me había mandado tips de cosas que le gustaban, que se imaginaba para ese día. Yo los vi y me pareció bárbaro, pero tenía ganas de proponerle algo diferente. Entonces, eso fue un poco lo que hice. Es difícil cuando alguien tiene una idea, proponerle algo con palabras, entonces preparé un vestido ya pronto, confeccionado, con la idea que yo quiero proponerle, pero no con la tela original. Entonces le dije que tenía algo preparado, que no tenía que ver mucho con lo que ella me contaba. Lo probamos, se lo entallé, se vio y le encantó", contó la diseñadora a Telemundo.
Un vestido para una asunción presidencial debe ser claro, tener mangas y no tener estampas ni bordados, según marca la etiqueta.
Teske dice que hizo alguna trampa pero que cumplió con lo fundamental.
"El objetivo final es verla y que sea la sencillez en persona, que realmente la conocí y va con ella. Y que esté súper elegante", agregó Teske.
La diseñadora no revela mucho de su creación porque la primera dama quiere que sea sorpresa. Pero se trata de un vestido y un tapado que hace juego en la misma tela y del mismo color, un marfil casi blanco en una tela rustica.
Los zapatos que acompañan serán cerrados, color hielo y las caravanas de plata diseñadas para la ocasión por otra diseñadora uruguaya, Manuelita Ponce de León.
