Habrá sanciones económicas para las empresas y centros educativos que no dispongan de este espacio para que las mujeres puedan amamantar a sus hijos.
Este viernes finalizó el plazo de nueve meses previsto por la nueva ley 19.530 para que empresas privadas, públicas y centros educativos tengan salas de lactancia para que las madres puedan amamantar, extraerse y conservar leche para sus bebés.
“A partir de este momento las empresas pueden ser fiscalizadas en cuanto a si implementaron o no la sala de lactancia”, explicó Cecilia Demarco, abogada del estudio Posadas, Posadas & Vecino.
Las salas deben ser un lugar privado, seguro e higiénico. Es obligatorio para aquellas instituciones integradas por más de 20 mujeres o 50 personas y de no tenerlo, se exponen a sanciones económicas tanto del Ministerio de Trabajo como del Ministerio de Salud Pública.
Estos espacios son una herramienta para promover la lactancia materna y facilitar que se integre el rol laboral con el rol familiar de las mujeres.
“Muchas veces sucedía que, al no tener ese espacio, las posibilidades de desarrollo de la mujer se veían limitados o los horarios de amamantamiento, teniendo esta infraestructura, las organizaciones se dan más posibilidades de esa compaginación”, agregó Demarco.
Pese a la normativa, muchas instituciones ya contemplaban este espacio.
“Muchas empresas ya tenían estos espacios, en los cuales las trabajadoras podían ya. Para las que no las tenían o se habían ocupado de eso, la norma generó esa preocupación de generar un espacio que no es solo para amamantamiento y extracción sino también conservación”, indicó la abogada Demarco.
