"Hoy no puedo decir que este señor es el que la mató. Estaría prejuzgando", aclaró el juez Giménez y detalló cómo seguirá la causa.
El ministro del Interior, Luis Alberto Heber, brindó este viernes una conferencia de prensa luego del procesamiento con prisión del presunto asesino de la joven argentina Lola Chomnalez, cuyo crimen ocurrió en Valizas (Rocha) en 2014.
El secretario de Estado resaltó que se trata de un crimen que lleva siete años y medio siendo investigado. "Queremos destacar el trabajo que ha hecho la Policía en coordinación con el Poder Judicial y la Fiscalía", comentó el jerarca.
"No nos rendimos frente a ningún crimen", dijo Heber, y subrayó la "profesionalidad" de los investigadores involucrados en el caso.
"Nos ponemos en el sentimiento que tienen los familiares de no rendirse, como nunca se rindieron los abogados", señaló el ministro. "La Justicia llega", agregó Heber.
Por su parte, el juez del caso, Juan Manuel Giménez, apuntó que mediante el examen de ADN se logró dar con "quien depositó su material genético en la escena del hecho", en una toalla y en un documento de identidad de la joven.
Fabio Quevedo, director de la Policía Científica, explicó que se extrajo un perfil genético de las pruebas en 2015, que se comparó con la base de datos criminal que se tenía al momento. No hubo resultado positivo en ese entonces, por lo que hubo que definir cómo seguir con la investigación para dar con el asesino de Lola.
Un primer estudio de ADN arrojó coincidencias con el encontrado en la mochila de la joven argentina. Y la segunda prueba que se realizó también. Por eso, en esta etapa del caso, las pruebas de ADN y el registro de la Policía fueron claves.
Contrario a la información que trascendió en las últimas horas sobre un vínculo de un pariente del presunto asesinato con el triple crimen de los tres infantes de la Marina en el Cerro, el juez dijo que es "incorrecto" y aclaró que hay un familiar vinculado a un crimen, pero no se trata de ese caso.
La fiscal del caso, Jessica Pereira, y el juez Giménez indicaron que el ahora procesado reconoció haber tenido un "vínculo" con la mochila de la adolescente pero no con el crimen en sí. "Él reconoce haber encontrado la mochila y haber extraído dinero. Por eso dejó material genético, ese es su relato", indicó Giménez, y agregó que el hombre dice que se cortó con una botella y por eso había sangre suya.
"La versión de la botella no es verosímil. Se contradice con otro cúmulo de elementos que hay que analizar. Son 3.000 hojas, el análisis global del expediente (...) me permite concluir que había elementos para vincularlo al hecho", declaró el juez.
El hombre procesado, de 39 años, tiene antecedentes penales por lesiones personales, en 2003, y violación, en 2009.
El juez relató que ahora comienza la "etapa de manifiesto", donde la Fiscalía deberá ofrecer las pruebas y presentar la acusación. Luego, la defensa responderá y la Justicia deberá dictar sentencia.
"Hoy no puedo decir que este señor es el que la mató. Estaría prejuzgando", aclaró.
Jorge Barrera, uno de los abogados de los padres de la joven argentina, indicó en la noche del jueves tras el procesamiento: "Sobre todo es un mensaje para la población del Uruguay de que no hay crimen que pueda quedar impune, no hay crimen perfecto".
Adriana Belmonte, madre de Lola, dijo al medio argentino TN que siente "una mezcla de emociones todas juntas". "Predominan el alivio y la esperanza", añadió.
