Si bien tienen características muy parecidas, la fiscal Sandra Fleitas aclaró que no hay conexión entre ambos casos.
El caso Janice Schroll
Janice Schroll tenía 70 años. Tras pasar vacaciones en el balneario La Esmeralda de Rocha, decidió vivir allí.
Llegó hace cuatro años, primero alquiló y luego compró un terreno donde construyó su casa.
En ese lugar que en invierno es muy tranquilo y con pocos habitantes, esta estadounidense se relacionó poco con los vecinos que la describieron como alguien que le gustaba la naturaleza y las largas caminatas.
Conoció a Jorge Portugal, un cocinero que habla muy bien inglés. En algún momento estableció con él una relación sentimental e incluso fue a visitarlo a la cárcel de Minas varias veces este año, cuando él estuvo preso por estafa y falsificación de documentos.
Cuando Portugal, de 37 años, salió de la cárcel en junio se fue a vivir con ella. Pasó poco más de un mes hasta que los familiares de Janice empezaron a preocuparse, porque habían perdido contacto con ella.
Desde el 18 de julio no sabían nada y no veían actividad en redes sociales. Hicieron la denuncia que la embajada de Estados Unidos trasladó al Ministerio del Interior.
El sábado pasado equipos de búsqueda llegaron a la casa. Un policía alcanzó a ver una media debajo de una pila de leña. Era el pie de la mujer que había sido enterrada envuelta en una manta, con sus documentos y las cenizas de su esposo.
Estaba a solo un par de metros de la casa. Los peritajes se extendieron al auto y a las habitaciones. Se buscó rastros de sangre con luminol y se detuvo al hombre, que había dicho que Janice se había ido a pasear a Buenos Aires.
Se pudo probar que desde que ella desapareció, él retiró 2.570 dólares y 8.000 pesos de las cuentas bancarias de la mujer. También intentó cobrar el seguro por un accidente del auto.
El juez hizo lugar la pedido del fiscal y dictó prisión preventiva por 180 días para el hombre, por homicidio muy especialmente agravado.
El caso Cristina Jones
Cristina Jones vivió en Estados Unidos y trabajó en Montevideo, en la embajada británica y en la delegación europea.
Se fue a vivir al barrio Rivero de Punta del Diablo con su esposo y se quedó sola después de un divorcio.
Tenía 78 años cuando desapareció el 16 de junio del año pasado. Los hijos se enteraron después, cuando la llamaron por su cumpleaños.
Su casa, donde encontraron a un hombre que dijo ser el casero viviendo con su familia, había sido revisada dos veces por la Policía Científica.
El casero dijo primero que ella se había ido a Punta del Este pero luego cambió y afirmó que se había ido a Paysandú en un auto alquilado.
Familiares denunciaron que el hombre que ocupaba la casa estaba vendiendo los muebles, lo que levantó las sospechas en su contra.
Había pasado un año de su desaparición cuando se dio el caso de Janice Schroll, por lo que despertó nuevamente el interés de la opinión pública.
En el marco de las investigaciones policiales se realizaron allanamientos en todo el país que culminaron con la detención de cinco personas. Ese mismo día se encontró un cuerpo enterrado en la vivienda de la mujer. Pocos días después se confirmó que se trataba de su cuerpo.
El hombre que se había presentado como casero se encontraba prófugo, pero fue detenido por la Policía en las playas de Rocha, a la altura de Santa Teresa.
Este jueves fue imputado por el asesinato de Cristina Jones por un delito de homicidio muy especialmente agravado. Él dijo que la mujer se cayó del segundo piso de su casa de Punta del Diablo y se golpeó con una maceta, pero la evidencia muestra que el cuerpo hallado enterrado tenía todavía el cable de electricidad con el que la estrangularon. El día antes dos hombres y una mujer fueron imputados por el asesinato de la mujer, una mujer como coautora y las otras dos personas por cómplices.
Las principales similitudes
