Los que realizan estos tags arriesgan su vida al escalar edificios sin seguridad y, cuanto más alto se escale, se considera mejor.
Los graffitis encontrados en varios edificios de Montevideo tienen similitudes con el Pichazao (Pichação), una forma de expresión visual urbana que algunos consideran arte y otros vandalismo, y que tiene su origen en San Pablo, Brasil.
Las firmas o tags encontrados en varios edificios y puntos de la ciudad de Montevideo no son aislados. La tipografía utilizada y su realización en edificios tiene su origen en Brasil.
El Pichazao se lleva delante de manera ilegal en fachadas, monumentos y hasta calles, y surgió en San Pablo en la década del 80.
Como sucede en los escritos que se visualizan en Montevideo, el Pichazao tiene una particular tipografía vertical acompañada de dibujos o símbolos simples en el que no suele priorizarse la estética, sino más bien el grupo de pertenencia o la firma de su autor.
Además, este tipo de expresión tiene la singularidad de ser clandestino, tener un origen en los barrios más humildes de San Pablo. Y también su peligrosidad. Es que los que realizan estos tags arriesgan su vida al escalar edificios sin seguridad y, cuanto más alto se escale, se considera mejor.
Los denominados “pichadores” suelen agruparse y tener una identidad en su tipo de expresión. A diferencia del graffiti convencional, el Pichazao no suele utilizar colores.
Además, se realiza en sitios que no están autorizados y no importa si se trata de edificios, calles, monumentos o sitios patrimoniales, y suele utilizarse como forma de protesta por la desigualdad social o incluso contra el propio arte comercial.
Si bien esta expresión que muchos llaman arte y otros tantos vandalismo se ha extendido a varios países del mundo, lo cierto es que es San Pablo donde más ha ganado terreno.
