Doce siniestros fueron en rutas nacionales.
"Lo peor de todo es que la gente cree que es más fácil conducir en ruta que en ciudad, pero es totalmente lo contrario", explicó Arturo Borges, director de ISEV. "Para ir a la ruta hay que estar entrenado. Salimos de la ciudad de manejar a 45 kilómetros por hora a 90 o 110", explicó. "Hay que respetar a la ruta, porque la ruta no hiere, la ruta mata", sentenció.
Borges explicó que se debe promover una política de Estado que apunte directo a la clave, que es la formación del conductor. "No hay que educar en lo prohibido, hay que hacer la educación en lo peligroso. Lo que tiene que hacer la gente es pensar", dijo Borges.
"Uno de los problemas que tenemos en carretera y que mata más que el alcohol, es la velocidad. La gente percibe la velocidad de manera distinta y vemos mucha gente que sale a la ruta que no tiene la experiencia suficiente. Pero si yo no tengo el personal apropiado y suficiente para controlar 10.000 kilómetros de ruta, evidentemente vamos a tener los mismos resultados. Si yo tengo un problema que es la velocidad, inmediatamente tengo que proveerme de aquellos elementos que permitan controlarlo", sentenció.
