El hecho sucedió en diciembre de 2017 durante los enfrentamientos por la reforma previsional en el Congreso de la Nación.
Sebastián Romero es militante del Partido Socialista de los Trabajadores Unificados (PSTU) y había escapado de Argentina.
Fue detenido a fines de mayo en Chuy, en la frontera con Brasil, tras una investigación de Interpol.
Estuvo dos años prófugo con pedido de captura internacional por una causa por “intimidación pública” impulsada por el gobierno del expresidente argentino Mauricio Macri.
Su imagen se convirtió en un ícono de las redes sociales y fue la ex ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, que solicitó una circular roja a Interpol para su detención y ofreció una recompensa de un millón de pesos a quien aportara datos que pudieran encontrarlo.
Romero, de 35 años, está acusado de los delitos de intimidación pública y atentado contra la autoridad agravado por haber sido cometido a mano armada.
Una vez que se Romero llegue a Argentina, deberá comparecer en los tribunales de Comodoro Py, en el barrio de Retiro, para ser indagado por Alejandra Mangano, la fiscal encargada del caso.
