Se cruzaba la frontera mediante un galpón de doble entrada para transportar cueros.
La Justicia desarticuló una banda de contrabando de cueros y lanas que operaba en Rivera. La organización contaba con un predio ubicado en la línea divisoria entre Brasil y Uruguay. El lugar tenía un ingreso por cada país. Realizaban acopio de cuero argentino y de varios puntos de Uruguay. Luego los transportaban ilegalmente al país norteño.
Por otro lado, desde Brasil ingresaba lana a Uruguay que luego se exportaba a China fingiendo que el origen era uruguayo. En ambos casos, funcionarios aduaneros eran cómplices de los responsables de la maniobra para evitar controles y falsificar documentos.
La Justicia realizó varios allanamientos y se incautó dinero, vehículos, 425.000 kg de lana y 96.000 cueros vacunos.
