Luego de los operativos en Los Palomares de Casavalle el barrio retornó a la vida normal

La Justicia procesó y desalojó a siete personas acusadas de usurpar viviendas y robar luz y agua al Estado.

En Los Palomares de Casavalle, la banda de Los Chingas expulsó a decenas de familias el año pasado y se adueñó de sus casas. Un operativo policial desarticuló la banda y están casi todos presos desde diciembre.

Las personas que perdieron sus casas pasaron al Sistema de Protección de Víctimas y Testigos y ya no volverán a la zona. Seis meses después se realizó el censo que detectó que varias viviendas habían vuelto a ser ocupadas.

Este miércoles, siete personas fueron conducidas ante la Justicia. Seis de ellas admitieron haber usurpado la vivienda y haber robado luz y agua. Quedaron en libertad vigilada y se comprometieron a entregar las llaves este jueves a las 19:00 horas. La que marchó a prisión fue Mónica Sosa, quien ya había sido formalizada en diciembre por complicidad en la extorsión, pero estaba en régimen de libertad asistida.

Tras el desalojo, los vecinos de la zona realizaron protestas y cortaron calles porque, afirmaron, las familias no tienen a dónde ir.

Esta mañana el barrio había vuelto a la normalidad, aunque se mantiene la vigilancia policial. Sin embargo, la Policía confirmó que se trata de la rutina habitual en la zona.


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