Compraban la ropa en San Pablo, la ingresaban a Uruguay por el puente Mauá para comerciarla en Montevideo.
La maniobra de esta banda delictiva consistía en adquirir prendas de vestir y otra mercadería en Brasil, trasladarlas a Uruguay en forma ilegal y comercializarla en Montevideo.
Compraban la ropa en San Pablo, la ingresaban a Uruguay por el puente Mauá y la acopiaban en un local privado en Río Branco.
Desde ahí la trasladaban en autos de alta gama hacia Montevideo.
En el transcurso de la investigación de la Dirección Nacional de Aduana, la banda cambió su operativa: la mercadería era trasladada de Brasil a Montevideo por una empresa internacional de turismo brasileña.
Finalmente, la banda fue desarticulada, ocho personas fueron procesadas con prisión y doce sin prisión.
