Mattos sobre el asado brasileño: "Todavía no hay gran volumen, pero creo que ha sido de buena aceptación"

Al mismo tiempo, el ministro de Ganadería señaló que "ha habido correcciones a la baja del ganado internamente"

El ministro de Ganadería, Fernando Mattos, aseguró este lunes que pese a que "todavía no hay gran volumen" de asado brasileño en el mercado "ha sido de buena aceptación". Al mismo tiempo, señaló el jerarca, "ha habido correcciones a la baja del ganado internamente".

"Estos dos factores han determinado que seguramente el abasto (mercado interno de este producto) tendría que estar recibiendo listas a la baja del precio de la carne, lo que es beneficioso para el consumidor", explicó Mattos en rueda de prensa en la Expo Prado.

Según el ministro, de la misma manera que cuando el sector exportador empujaba al alza los precios por la demanda china fundamentalmente -que determinaba un precio promedio de exportación muy alto- en este momento, que hay una reducción del precio del ganado, debería trasladarse al público.

El jerarca comentó que si bien están aumentando los ritmos de la llegada del asado brasileño, siempre se trata de una ecuación relativa con el valor del asado uruguayo. "En la medida que hay disponibilidad más barata esos volúmenes van a ser menores, pero es un tema de regulación", indicó.  "Acá se regula el mercado y evidentemente el beneficio es que en el caso de la carne brasileña -que llega a menor precio- se libera producto nacional a mayor valor para los mercados externos que están demandando, a pesar de un ajuste a la baja, con mejores valores de lo que se venía importando", añadió.

Exportaciones cárnicas

Por otro lado, Mattos sostuvo que en contraposición a lo que ocurrió en los primeros seis meses del año, en este trimestre las exportaciones cárnicas han registrado niveles "un poco más lentos". Pero, adelantó, que probablemente tengan "una cierta recuperación" sobre el final del año. "Apuntamos por lo menos a tener un nivel parecido al año pasado. Tal vez, hasta con algún ingreso más porque el precio promedio de la tonelada exportada fue superior en el prime semestre y eso, como efecto de arrastre, seguramente empujará un nuevo récord de exportaciones de carne", auguró.

"Hemos tenido el principal cliente que es China con un comportamiento más cauteloso en las últimas semanas", admitió el ministro. El país atraviesa "una realidad que apunta a un crecimiento económico más moderado y eso también habla del contexto internacional más complejo que venimos enfrentando, porque hay unas previsiones de crecimiento económico de menor volumen en buena parte de los países desarrollados que nos compran nuestros productos y eso está determinando también una demanda un poco más débil", agregó.

Preocupación e incertidumbre

En tanto, Mattos reconoció que los precios de los productos agropecuarios "siguen estando muy oscilantes", principalmente en el caso de los granos, que están condicionados a lo que ocurre desde el punto de vista climático. "Hay distintas situaciones de crisis climáticas en el mundo con sequías que han golpeado fuerte en muchas zonas productivas; y ese mercado climático es el que está determinando que los precios de los granos continúen al alza", recalcó.

En algunos casos, como por ejemplo el trigo sí ha tenido un comportamiento a la baja. El ministro especificó que la guerra en Ucrania  y la liberación de algunos millones de toneladas de sus propios stocks, que por acuerdo político se han autorizado a que pudieran salir de la zona del conflicto, "han normalizado un poco el abastecimiento y esto ha generado un ajuste del precio a la baja". "Esto preocupa porque los productores uruguayos instalaron sus cultivos de invierno", admitió .

Este año, por primera vez en Uruguay el área principal de cultivos de invierno va a ser la colza- la canola- que supera el área de producción de trigo. "En todos los casos lo que tuvieron los productores fue una ecuación de costos muy elevada al inicio del proceso de inversión y de siembra y que, seguramente, la incertidumbre está instalada -ojalá con buenos niveles de productividad- para ver si la ecuación final económica cierra, porque todavía no estamos seguros de cuáles son las posibilidades de que los precios se mantengan al momento de la cosecha", concluyó.


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