El presidente rechazó la privatización y afirmó que si no se les inyecta dinero es la mejor manera para destruirlas.
Sensación de que lo público no le duele a nadie, por eso se trabaja con el mejor esfuerzo. “No hay que asustarse de que haya cierta diferencia si hay diferencia en el esfuerzo”. Rechazó sin embargo la privatización y puso como ejemplo a Argentina. “Vendieron todo pa’ pagar supuesta deuda exterior. Se derritió aquello como un helado en la boca de un gurí. No quedó ni el recuerdo”. Sostuvo que la inversión en las empresas es defenderlas: “Si ANCAP no hubiera hecho la planta de sacarle el azufre al combustible, ANCAP quedaba condenada”.
