Una pareja de jubilados que se habían conocido en el local viajó desde Buenos Aires para despedirse.
Tras una intensa y emotiva última jornada para dueños y clientes, la confitería Cante Grill cerró definitivamente este domingo. Luego del reciente anuncio de su cierre, el local vivió días especialmente intensos, con aumento de clientes y de pedidos. También llegaron cartas de vecinos y mails desde Argentina, Estados Unidos y hasta Francia.
Incluso, una pareja de jubilados que se había conocido en los bancos de la confitería viajaron desde Buenos Aires para despedirse del emblemático comercio.
Su director, y sobrino de uno de los fundadores, no quiso hablar ante cámaras por su estado emocional, pero sí contó a Telemundo que el negocio no daba para más debido a las multas por las condiciones del inmueble y los altos costos. Según él, no se habían visto dividendos en quince años, y últimamente se había complicado hasta el pago de salarios.
El edificio, construido por Humberto Pittamiglio, aún no ha sido vendido, y si bien hay varios interesados, pesa sobre él una medida cautelar de la Intendencia de Montevideo que impide su demolición o modificación en los próximos seis meses, lo que podría dificultar la venta del bien.
Mientras tanto, el plan del ahora exdirector es reabrir en un local cercano junto con un grupo de empleados, seguramente con otra firma pero con la misma mercadería.
