Graciela Villar: "Yo no puedo tener un título de psicóloga, en primer lugar porque no terminé ni siquiera cuarto año de liceo"

La candidata a vicepresidenta por el Frente Amplio en entrevista con Telemundo.

Usted no es una outsider porque tiene mucha militancia, pero mucha gente la está conociendo ahora.

“Tiene que ver con las cuestiones de la invisibilidad el no haber estado en las grandes ligas, que es la política a nivel institucional supone que uno es un outsider, pero no”.

¿Consultaste con tu familia para tomar la decisión?

 Hubo un gran debate familiar, como corresponde.

Hay sensibilidad por el tema de los títulos, de la licenciaturas, ¿qué tiene para decir?

Como lo dije hoy, en un comunicado de prensa, no soy psicóloga. No puedo ser psicóloga en primer lugar no puedo tener un título universitario porque no terminé ni siquiera cuarto año de liceo. En segundo lugar a la salida de la dictadura, en los años 90’, se abrió una escuela de formación de socioanálisis Taigo, a la que muchos nos volcamos porque el trabajo de la escuela formado en Argentina era un espacio que nos interesaba. Estuvimos durante cuatro años. Es una institución que estuvo habilitada en su momento por el Ministerio de Educación y Cultura y nada más que eso.

Pero en su Twitter decía ‘psicóloga social’.

Eso es lo que aparecía. En la página de la Junta Departamental también. En la jerca del socioanálisis se suele simplificar diciendo ‘psicólogo social’. Es un error.

¿Le preocupó cuando el tema tomó estado público?

Me preocupó por el nivel de comparación, pero en realidad yo podía demostrar que sí había un título, que sí había estudiado, que no soy universitaria. Incluso en mi asunción dije que mi universidad había sido el movimiento obrero. En realidad, mi formación es desde los movimientos sociales. Hubiera querido tenido un tiempo histórico diferente que me hubiera permitido concluir curricularmente mis estudios.

¿Cuándo la convocó Martínez por primera vez?

El día lunes tuvimos la primera conversación. No me lo esperaba.

¿Cuándo tomó la decisión de decirle que sí?

Consulté a mi familia, lo conversamos mucho. Tuvimos una larga conversación con Daniel. También sabía que no era la única opción.

¿Cómo vivió cuando Danilo Astori dice que no se hizo de la manera más prolija y que habría sugerido a otra persona?

La manifestación del compañero Danilo Astori es legítima, me parece relevante. Me sorprendió la declaración. De alguna forma nunca hubo una mala relación pero por la vía de los hechos mi salida de Asamblea Uruguay genera molestias. Creo que hay un sentimiento legítimo, yo me separo de Asamblea Uruguay en diciembre, renuncio a mi filiación y dejo mi banca además. Lo hago siempre teniendo un enorme respeto intelectual por la figura de Danilo Astori.

¿La incomoda la polémica que se generó por su nombramiento en la interna del Frente Amplio?

En realidad creo que es parte del juego político. Es parte de una realidad donde hay que sintetizar para poder tener luego una expresión común. Espero que en los hechos podamos demostrar que valió la pena que Daniel Martínez me haya pedido que lo acompañara.

¿No cree que hubo un quiebre en la coalición después del nombramiento de la fórmula?

No, yo creo que el Frente Amplio no se quiebra por los nombramientos de la fórmula. Hemos atravesado crisis de otros tipos, con la diferencia de que ahora hablamos de una fórmula paritaria. Superado este tránsito el debate y la conclusión se verán reflejados en el Plenario, que me respaldará o no. Estoy convencida que el objetivo de conformación de esta fórmula paritaria es mucho más importante que los nombres que fueron debatidos y puestos en consideración, no para la Vicepresidencia sino para la integración de una fórmula presidencial.

“Los nazis ya no tienen la cara de Hitler, como decía Saramago, sino que tienen las caras de otros y entre otros, en este caso, tienen la cara de los Manini. Como en Brasil tienen la cara de Bolsonaro", dijo usted. ¿Le parece que Manini es nazi?

En realidad es un recurso retórico, espero que no. Pero sí es verdad que hoy las posturas defendidas en su momento que tienen que ver con un retroceso en los avances de las democracias a nivel mundial están teniendo posturas de carácter neonazi. Creo que el comportamiento de Bolsonaro en la represión y el retroceso a los derechos de la diversidad de la sociedad brasilera tiene que ver también con la supremacía de un pensamiento que es capaz de someter al de otro.

Que la candidata a vicepresidenta del Frente Amplio hable así del gobierno de Brasil, ¿no puede generar problemas al gobierno?

Quizás. Cuando lo dije no era candidata y asumía una postura política. En otro rol, creo que debería moderar el lenguaje, pero estoy convencida de que hay un retroceso de la democracia brasilera brutal con el ejercicio del poder de mando en el sometimiento de los sectores más vulnerables.

¿Alguna vez le escuchó un pensamiento neo nazi a Manini Ríos?

No. Pero sí puedo asimilar eso al comportamiento de asimilar que no fue un acto de falta de honor en saber que un par suyo había torturado, matado y haber hecho desaparecer a un ciudadano uruguayo.

¿Las políticas sociales del Frente Amplio han fracasado?

En realidad las políticas del Frente Amplio no han fracasado, pero creo que sí ha cambiado la necesidad de la aplicación de las políticas sociales en los núcleos más duros de la sociedad más vulnerable y eso es lo que hay que ajustar. Ha cambiado el tipo vulnerabilidad y es necesario adecuar esas políticas sociales a la realidad que tenemos. Se nos vino encima y hay que salir a combatirlo y ser autocríticos. No hay una única solución porque hay una diversidad bien importante del tipo de población que está en la calle. Yo creo que hay que reformar las políticas sociales en un contexto de interacción de todos los ministerios.

Mucho se habla del próximo gobierno. Se habla del déficit fiscal y de nuevos impuestos, ¿usted qué  opina al respecto?

Lo que le va a tocar al nuevo gobierno es la realidad que tiene el entorno de la región. Si miramos a Argentina, Brasil estamos en un ciclo de las economías mundiales a bajar períodos de bonanza. El gobierno ha tratado por todos los medios de mantener un equilibrio. Como diría Danilo o diría Mario Bergara, no estamos en una situación de riesgo, estamos en una situación de preocupación. Si habrá más impuestos tendríamos que conversarlo más adelante porque no hemos tenido tiempo con Martínez de conversar algunos temas en profundidad.

¿Hay democracia en Venezuela?

En primer lugar, lo que quiero decir es que en cualquier lugar del mundo donde se violen los derechos humanos me van a tener a mí levantando la voz. No pasamos por la experiencia personal y colectiva por la que hemos pasado sin que nos sea indiferente. En segundo lugar que cualquier democracia, haya sido votada o no, que vulnere los derechos de  los más débiles es cuestionable y pierde su legitimidad. Pero también es verdad que desde una concepción de mantener un gobierno y de una concepción de derrocar ese gobierno, se está subsumiendo el derecho de los venezolanos de encontrar una salida negociada y democrática. Creo que ni la oposición ni el oficialismo hoy son interlocutores válidos para una salida. Unos porque habilitarían una intervención y otros porque no están en condiciones de reconocer el derecho del pueblo venezolano a recorrer su propio camino.

¿Hay dictadura o no hay dictadura  en Venezuela?

Creo que hay un gobierno deslegitimado y que necesariamente hay que buscar y agotar todos los caminos de encontrar la plataforma democrática dentro de Venezuela para que el pueblo encuentre la salida.


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