Arnaldo Gomensoro, su hermano, cuestiona "la dinámica de falsedades" que perdura entre los militares.
Arnaldo Gomensoro relató a Telemundo que el caso de su hermano empezó con mentiras. Cuando lo secuestraron el 12 de marzo de 1973 el país estaba en democracia y asegura que en ese momento el Poder Ejecutivo mintió abiertamente al decir que se había fugado.
Asegura que durante todo el proceso judicial que se inició en el 2002 cuando confirmó que el cuerpo encontrado era de su hermano Roberto Gomensoro, Gavazzo mintió y sigue mintiendo:
"Lo que no nos sorprendió fueron las mentiras. Gavazzo mintió durante el proceso ese, dijo que no lo conocía, que nunca había tenido contacto, que nunca había pasado por Paso de Los Toros. Ahora también miente. Miente porque es imposible que él haya manipulado solo ese cuerpo. Lo que sí creo es que en cada una de estas movidas hay una serie de luchas, de mafias, grupos, logias, que hacen que se vayan acumulando los discursos a las conveniencias de unos y de otros".
Con respecto a la actuación del Presidente Vázquez Gomensoro dijo que hizo lo que tenía que hacer: "Lo más grave y lo más preocupante es que después de 34 años de gobiernos democráticos, la sociedad, el gobierno y los partidos políticos no ha logrado cambiar el criterio antiartiguista. Se tiene como que no es agraviante a los militares el haber robado, torturado, matado, desaparecido".
Para la familia de Gomensoro la confesión de Gavazzo reabre la herida por la pérdida de su familiar y aguardan que ahora se desarchive el caso para que finalmente se haga justicia.
Robero Gomensoro fue secuestrado el 12 de marzo de 1973 por tres hombres que llegaron a su casa en Malvín. Pocos días después un comunicado del Ministerio de Defensa aseguraba que Gomensoro había fugado.
Su hermano relató su historia:
"Era un muchacho de 24 años que había estudiado en el liceo de Malvín, estaba haciendo la facultad de Agronomía. Era ayudante de cátedra. Estaba casado con una maestra, ya fallecida, no tenían hijos. Era dirigente de la FEUU, él se reivindicaba como cercano a los Tupamaros, al 26 de Marzo, aunque no había tenido participación en ningún hecho violento. Todos sus compañeros lo recuerdan como un buen dirigente estudiantil. Esa militancia lo involucró a ser señalado. En ese momento además caía cualquiera. Gente que era vecina de alguien que estaba involucrado, la quedaba. Nosotros en 1974 nos tuvimos que ir a Buenos Aires porque nos allanaban a nosotros y a nuestros vecinos. Cada vez que allanaban a alguien allanaban a los que estaban al lado. Era imposible sostener esa situación".
