Cinco días pasaron desde el resultado de las internas hasta que el candidato del Frente Amplio definió a su compañera.
En los días posteriores al triunfo en las elecciones internas, Daniel Martínez se reunió con el presidente Tabaré Vázquez, con el expresidente José Mujica, con los otros precandidatos Carolina Cosse, Óscar Andrade y Mario Bergara, y con los sectores del Frente Amplio.
Había prometido definir en esa semana qué candidata a vicepresidenta propondría al Plenario Nacional. Mantuvo la definición de que sería una mujer hasta que se supo que manejaba dos nombres.
Al terminar la ronda de contactos, Martínez anunció que la persona elegida era Graciela Villar.
Tras algunas críticas a la forma como se procesó la elección por parte de dirigentes como Danilo Astori y Lucía Topolansky, y la decepción de Carolina Cosse que estaba dispuesta a ocupar ese lugar, todos los sectores del Frente Amplio fueron expresando su apoyo a Villar.
Eso se rubricó esta semana, cuando la candidata recibió el respaldo del Presidente Tabaré Vázquez.
Villar fue edil de Montevideo y presidente de la Junta Departamental, electa por la lista 2121 del ministro Astori.
A fines del año pasado dejó la Junta y su sector, para hacer campaña por el precandidato Mario Bergara.
Tiene 61 años, comenzó su militancia política en la juventud comunista, estuvo exiliada durante la dictadura, y fue dirigente sindical de la Federación Uruguaya de la Salud.
Dirigentes del oficialismo destacaron a Villar por su “capacidad de negociación” y “cercanía a los barrios pobres”. El Presidente Vázquez dijo que es portadora de la “vibra frenteamplista”.
