Integraba la banda de narcotraficantes más conocida de la zona que desalojó a centenares de vecinos de Casavalle en 2017.
Las casas de Mónica Sosa eran las mejores del complejo. Según pudo constatar Telemundo, la mujer unió tres viviendas dentro del complejo en forma de L.
Se entraba por una puerta en una casa abajo, que se unía con otra vivienda en el piso de arriba, que a su vez estaba conectada de forma horizontal con otra casa en el segundo piso.
Adentro todavía había restos de pisos con cerámica, paredes revestidas con yeso, instalaciones de aire acondicionado.
La situación de afuera de las viviendas contrasta fuertemente con el interior, con cómo vivía Mónica en comparación a sus vecinos, según contaron fuentes del Ministerio del Interior.
Mónica Sosa ya había sido formalizada en marzo por complicidad de extorsión, estuvo bajo libertad vigiada hasta agosto. Cuando se la envió a prisión preventiva por 90 días.
En un patio de su casa también tenía un lavadero, con cuatro lavarropas y muy cerca de ahí también estaba instalando un supermercado 24 horas, que también fue demolido.
Todas las viviendas de unidad misiones estaban hechas de bloques, pero las de Mónica además estaban revestidas de yeso, y rotas a propósito.
Según el asesor del Ministerio del Interior, Gustavo Leal, antes de entregar las viviendas, tuvieron tiempo para dañarlas y evitar mostrar todo el lujo que tenían dentro.
